bio_fogaca

Gerson Fogaça

Cidade de Goiás/GO, Brasil, 1967

Realizou inúmeras exposições nacionais e internacionais. Participou de seleções públicas e recebeu prêmios, como o Prêmio Funarte de Artes Visuais em 2010 e o Edital de Ocupação dos Espaços Culturais da Caixa Econômica Federal, na Galeria Vitrine da Paulista, em São Paulo/SP. Também foi selecionado para a Mostra Coletiva 7 x Cidade, através do Edital de Ocupação do Espaço Cultural Eletrobrás Furnas, com curadoria de Enock Sacramento, em 2012, e pelo Consejo Provincial de Artes Plásticas- La Habana, na Galería Carmen Montilla, Habana Vieja, em Cuba, em 2013. Algumas das exposições individuais incluem: Sala Amanda Labarca na UTEM, Santiago, Chile; Pontificia Universidad Católica de Temuco, Chile, em 2006; L’espace d’exposition de Guaran em Lectoure, França; Galería La Ronda em Palma de Mallorca, Espanha; Sala Entel em La Paz, Bolívia, em 2007; Galeria Portinari (Funceb), Buenos Aires, Argentina; Instituto Cultural de Providência, Santiago, Chile; e Sala Amanda Labarca em Santiago, Chile, em 2010. Também expôs na Galeria Luz y Oficios – Centro Provincial de Artes Plásticas y Diseño de la Ciudad de La Habana, Cuba; Espace Ocktogen, Saint-Ghislain, Bélgica, em 2011; Museo de Arte Alejandro Otero em Caracas, Venezuela, com curadoria de Morella Jurado; Fundación Fiart, Madrid, Espanha, com curadoria de Andrés Issac; Galería Pedro Esquerré, Centro Provincial de Artes Visuales, Matanzas, Cuba, em 2015; Centro Cultural Correos, Salvador, BA, com curadoria de Dayalis Gonzáles e Gilmar Camilo, em 2016; Casa Brasil em Bruxelas, Bélgica; e Museo Histórico y Militar de Chile – Santiago em 2017. Além disso, participou de exposições coletivas, tais como: Museu de Arte Contemporánea de Campinas “José Pancetti” – MAAC, Campinas, São Paulo, SP; “Un solo cuerpo. Arte contemporáneo en los países del Mercosur”, Museo de Arte Alejandro Otero e PDVSA La Estancia, Caracas, Venezuela, em 2013; Um Só Corpo. Arte Contemporânea nos países do Mercosul, Museu de Arte Contemporánea de Goiás, Centro Cultural Oscar Niemayer; “Imaginary Cities”, B.AGL ART afFAIRs 2015, Berlim, Alemanha, em 2015; Caixa Cultural, Galeria 3, Rio de Janeiro, RJ; Palimpsesto – Centro Cultural Las Rozas, Madrid, Espanha; e Ciudades y Metáforas – Casa Alba, La Habana, Cuba, em 2016. Participou também de Instinto – Museo Histórico y Militar de Chile, Santiago, em 2017; Lugar no Lugar – Museu de Arte Contemporânea de Caracas, MACC, Venezuela, em 2017/2018; e  “O Sangue no Alguidá, um olhar desde o realismo sujo latino-americano”, com Pedro Juan Gutiérrez, curadoria Dayalis  Gonzales Perdomo, Museu Nacional da República, Brasília/DF, 2019.

City of Goiás/GO, Brazil, 1967

Has held numerous national and international exhibitions. Participated in public selections and received awards, such as the Funarte Visual Arts Award in 2010 and the Cultural Spaces Occupation Edict of Caixa Econômica Federal, at the Vitrine Gallery of Paulista, in São Paulo/SP. Was also selected for the Collective Exhibition 7 x City, through the Cultural Spaces Occupation Edict of Eletrobrás Furnas, curated by Enock Sacramento, in 2012, and by the Consejo Provincial de Artes Plásticas- La Habana, at the Carmen Montilla Gallery, Habana Vieja, in Cuba, in 2013. Some of the solo exhibitions include: Amanda Labarca Room at UTEM, Santiago, Chile; Pontificia Universidad Católica de Temuco, Chile, in 2006; Guaran Exhibition Space in Lectoure, France; La Ronda Gallery in Palma de Mallorca, Spain; Entel Room in La Paz, Bolivia, in 2007; Portinari Gallery (Funceb), Buenos Aires, Argentina; Cultural Institute of Providência, Santiago, Chile; and Amanda Labarca Room in Santiago, Chile, in 2010. Also exhibited at Luz y Oficios Gallery – Provincial Center for Plastic Arts and Design of the City of La Habana, Cuba; Ocktogen Space, Saint-Ghislain, Belgium, in 2011; Alejandro Otero Art Museum in Caracas, Venezuela, curated by Morella Jurado; Fiart Foundation, Madrid, Spain, curated by Andrés Issac; Pedro Esquerré Gallery, Provincial Center for Visual Arts, Matanzas, Cuba, in 2015; Correos Cultural Center, Salvador, BA, curated by Dayalis Gonzáles and Gilmar Camilo, in 2016; Casa Brasil in Brussels, Belgium; and Historical and Military Museum of Chile – Santiago in 2017. In addition, participated in collective exhibitions, such as: Campinas Contemporary Art Museum “José Pancetti” – MAAC, Campinas, São Paulo, SP; “One body. Contemporary art in Mercosur countries”, Alejandro Otero Art Museum and PDVSA La Estancia, Caracas, Venezuela, in 2013; One Body. Contemporary Art in Mercosur Countries, Museum of Contemporary Art of Goiás, Oscar Niemayer Cultural Center; “Imaginary Cities”, B.AGL ART afFAIRs 2015, Berlin, Germany, in 2015; Caixa Cultural, Gallery 3, Rio de Janeiro, RJ; Palimpsesto – Las Rozas Cultural Center, Madrid, Spain; and Cities and Metaphors – Casa Alba, La Habana, Cuba, in 2016. Also participated in Instinct – Historical and Military Museum of Chile, Santiago, in 2017; Place in the Place – Museum of Contemporary Art of Caracas, MACC, Venezuela, in 2017/2018; and “The Blood in the Alguidá, a view from the Latin American dirty realism”, with Pedro Juan Gutiérrez, curated by Dayalis Gonzales Perdomo, National Museum of the Republic, Brasília/DF, 2019.

“Pies para que los quiero si tengo alas para volar.”
Frida Kahlo

El mundo que conocíamos ya no es más el mismo, los acontecimientos internacionales de los últimos años apuntan hacia una realidad cada vez más distópica y apocalíptica. No es sólo la pandemia del covid 19 que nos hizo reencontrarnos con nuestros demonios físicos y emocionales, en esos días de confinamiento que se extendieron por meses, y que ya quedaron como huella imperecedera en la memoria colectiva de varias generaciones. Ni la crisis económica mundial a la puerta de la esquina, ni los conflictos internacionales que se multiplican a través de las fronteras y que pujan por una nueva geopolítica y un nuevo orden mundial en medio de conflictos sociales y luchas por derechos humanos fundamentales invisibilizados por siglos y que ahora emergen ante la presión colectiva de las redes sociales. Y si, no es sólo eso, aunque sean estas todas causas y consecuencias, diluidas aquí  y allá, pero no son más que la punta del iceberg de una realidad aún más peligrosa y enajenante: una sociedad global que se encamina a su propia desaparición como especie, que literalmente se ha comido el suelo que pisa,  ha secado las aguas y contaminado los aires; y que ha convertido en autómatas consumistas y ególatras a los seres humanos.

Nosostros los hombres hemos construido un mundo  tecnológico en base a recursos que se agotan y nos estamos quedando sin provisiones a corto plazo. Nosotros los hombres, como muchas especies animales, también estamos en peligro de extinción.

A qué sirve el arte entonces sino para intentar salvar la vida? A que sirve la sensibilidad artística sino para tocar, allí donde otros no llegan, el sentimiento humano?

La obra pictórica de los artistas G. Fogaça y Pitagoras Lopez representa ese compromiso de salvar la vida a través del arte.

Cada uno desde sus investigaciones y experiencias individuales ha desarrollado una carrera que así lo distingue.

G. Fogaça ha deconstruido el paisaje una y otra vez, ha roto el espacio y las formas, para derivar en una abstracción que, no obstante, sigue hablando de esa realidad latente y abrumadora que nos rodea.

Los estallidos de colores, trazos y texturas son cada vez más elocuentes al comentar el caos del enviroment y del espíritu. Pareciera que poco queda de aquel niño curioso que atrapaba en sus dibujos las formas de las pequeñas cosas que lo rodeaban, pero están todas allí, contenidas en ese big bang que es el principio y fin del universo.

Mientras que Pitagoras Lopez continúa moviéndose libremente entre el expresionismo y el pop art, a ratos art brut y bag painting; de manera casi obsesiva, registra sus diálogos internos y ese universo paralelo de figuraciones que le llegan del mundo real. En este palimpsesto de información toda cuenta: la música, los lenguajes, las culturas, las noticias, los medios de comunicación y la realidad misma, hasta crear sus propios mitos.

Y no son éstas, las de inventarse alas para volar y mundos posibles, más que estrategias de sobrevivencia del ser humano? 

Las luciérnagas, esos bichitos de luz, que evocan la nostalgia al olor del rocío y  a los atardeceres  del campo, están en peligro de extinción, porque la contaminación lumínica y ambiental de las grandes ciudades les impide reproducirse en su habitad natural. El Cerrado no escapa a ello, siendo una de las regiones de Brasil donde las diferentes especies de luciérnagas han disminuido significativamente en los últimos años, lo cual constituye un medidor biológico del daño al medio ambiente de la región.

Los humanos no tenemos la capacidad de emitir luz pero algunos elegidos pueden  reproducir la luz y los colores del mundo y recomponerlos en un lienzo.

Esta es entonces una invitación de dos maestros de reconocida trayectoria G. Fogaça y Pitagoras Lopez a acompañarlos en su vuelo hacia la luz.

Dayalis Gonzalez
Miami, 25 de octubre de 2022

“Pés, por que eu os quero se tenho asas para voar.”
Frida Kahlo

O mundo que conhecíamos não é mais o mesmo, os acontecimentos internacionais dos últimos anos apontam para uma realidade cada vez mais distópica e apocalíptica. Não é apenas a pandemia de covid 19 que nos fez reconectar com nossos demônios físicos e emocionais, naqueles dias de confinamento que duraram meses, e que já ficaram como uma marca imperecível na memória coletiva de várias gerações. Nem a crise econômica mundial à porta da esquina, nem os conflitos internacionais que se multiplicam além-fronteiras e que pressionam por uma nova geopolítica e uma nova ordem mundial, em meio a conflitos sociais e lutas por direitos humanos fundamentais, invisibilizados durante séculos e que agora emergem sob a pressão coletiva das redes sociais.

E sim, não é só isso, embora sejam todas causas e consequências, diluídas aqui e ali, mas nada mais são do que a ponta do iceberg de uma realidade ainda mais perigosa e alienante: uma sociedade global que caminha para o seu próprio desaparecimento, como espécie que literalmente comeu o solo sobre o qual anda, secou as águas e poluiu o ar; e isso transformou os seres humanos em autômatos consumistas e egoístas.

Nós homens construímos um mundo tecnológico baseado em recursos que estão se esgotando e estamos ficando sem suprimentos em um curto prazo. Nós, homens, como muitas espécies animais, também estamos em perigo de extinção. De que serve então a arte se não tentar salvar a vida? De que serve a sensibilidade artística senão tocar, onde os outros não alcançam, o sentimento humano? A obra pictórica dos artistas Gerson Fogaça e Pitágoras Lopes representa esse compromisso de salvar vidas através da arte. Cada um deles, a partir de suas pesquisas e experiências individuais, desenvolveu uma carreira que os distingue. Gerson Fogaça desconstruiu repetidamente a paisagem, quebrou o espaço e as formas, para derivar numa abstração que, no entanto, continua a falar dessa realidade latente e avassaladora que nos rodeia. As explosões de cores, traços e texturas são cada vez mais eloquentes ao comentar o caos do ambiente e do espírito. Parece que pouco resta daquela criança curiosa que captou em seus desenhos as formas das coisinhas que o cercavam, mas estão todas ali, contidas naquele big bang que é o início e o fim do universo.

Enquanto Pitágoras Lopes continua a transitar livremente entre o expressionismo e a pop art, às vezes art brut e bag painting; quase obsessivamente, ele registra seus diálogos internos e aquele universo paralelo de figurações que lhe chegam do mundo real. Nesse palimpsesto de informações, tudo conta: música, línguas, culturas, notícias, mídia e a própria realidade, até mesmo criando seus próprios mitos. E não são estes, os de inventar asas para voar e mundos possíveis, mais do que estratégias de sobrevivência para o ser humano? Os vaga-lumes, aqueles insetos luminosos que evocam a nostalgia do cheiro do orvalho e do pôr do sol do campo, correm o risco de extinção, pois a luz e a poluição ambiental das grandes cidades os impedem de se reproduzir em seu habitat natural. O Cerrado não escapa disso, sendo uma das regiões do Brasil onde as diferentes espécies de vaga-lumes diminuíram significativamente nos últimos anos, o que constitui uma medidor biológico dos danos ao meio ambiente na região.

Os humanos não têm a capacidade de emitir luz, mas alguns escolhidos podem reproduzir a luz e as cores do mundo, e recompô-las em uma tela. Trata-se, então, de um convite de dois conhecidos mestres, Gerson Fogaça e Pitágoras Lopes, para acompanhá-los no seu voo rumo à luz.

Dayalis Gonzalez
Miami, 25 de outubro de 2022

Skip to content